Por Darío Silva
Mucho suspenso y un desenlace inesperado hacen de Los secretos del poder una película apta para disfrutar de un buen momento de cine a pesar del uso de una fórmula bastante remanida pero no por eso poco efectiva, como es la del periodista solitario que lucha contra grandes corporaciones corruptas enquistadas en el mismísimo poder de una Nación. Destacada actuación de Russel Crow.
Mucho suspenso y un desenlace inesperado hacen de Los secretos del poder una película apta para disfrutar de un buen momento de cine a pesar del uso de una fórmula bastante remanida pero no por eso poco efectiva, como es la del periodista solitario que lucha contra grandes corporaciones corruptas enquistadas en el mismísimo poder de una Nación. Destacada actuación de Russel Crow.
Una de las la víctimas es una hermosa joven, ayudante y amante del congresista Sthepen Collins (Ben Affleck), quien
dirige una investigación hacia una empresa de seguridad privada conformada por
militares retirados que realizan tareas
como simples mercenarios en diferentes conflictos de Medio Oriente. Esta
empresa capta sumas millonarias de dinero desde el Departamento de Defensa, el
cual trataría de tercerizar en esta corporación nada más y nada menos que la seguridad nacional de EE.UU. Este es el
punto central de la historia que pone en movimiento una serie de intrigas en el
corazón mismo del Poder.
El escándalo
que sobreviene con la muerte de
su joven amante reencuentra al
congresista con su viejo compañero de escuela, el periodista Mc Caffrey, cuyo
instinto lo moverá a llegar por todos
los medios a la verdad y proteger la
imagen deteriorada del funcionario en desgracia. Para dicha empresa contará con
la ayuda de la periodista principiante
Della (Rachel Mc Adams) que aspira a ganarse el respeto y reconocimiento a
través de sus armas periodísticas, descubriendo derivaciones
insospechadas. Ambos quedarán
involucrados al punto de conocer muy de cerca la muerte.
Los secretos del poder
(State of play) es un thriller dirigido por el escocés Kevin Mc Donnald, director de Último rey de Escocia y Marley,
biografía sobre el cantante de reggae jamaiquino, entre otras películas. En esta
ocasión logra un interesante producto, explotando los recursos
característicos de este género de cine, es decir, los necesarios para poner en
tensión al público durante las dos horas
que dura la película y darle un final inesperado.
Russel Crown se toma muy en serio su papel de arquetipo de
periodista, aquel que se compromete con la verdad antes que con los intereses
corporativos. Su actuación, junto a la de Ben Affleck, se destaca sin por ello
opacar a los demás actores, de buen desempeño en general.
La musicalización de Alex Heffes se complementa con una interesante puesta en escena en donde las cámaras logran crear escenas inquietantes dignas de un muy buen trhiller para recomendar.
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